COMPRAR ROPA DE SEGUNDA MANO JAMáS HA SIDO TAN POPULAR Y ESO AUMENTA SUS PRECIOS
La calidad que se puede encontrar en las tiendas de ropa de segunda mano tradicionales parece estar disminuyendo y sus precios aumentando.
«Si vas a un Goodwill local, verás mucha moda rápida allí, a veces con las etiquetas todavía puestas», me dijo Nicole Craig, profesora que enseña comercialización, tendencias, compras y más en la Universidad Estatal de Arizona FIDM.
«Pero al mismo tiempo, también estamos viendo una explosión en el mercado de la segunda mano y la reventa».
Si bien la abundancia de moda rápida es en parte culpable de la disminución de la calidad en las tiendas de segunda mano, el crecimiento explosivo del mercado de ropa de reventa durante los últimos cinco años también ha jugado un papel enorme.
Se proyecta que el mercado mundial de ropa de segunda mano tendrá un valor de 350,000 millones de dólares para 2027, según un informe de 2023 de ThredUp, un mercado en línea de ropa usada.
Las personas que buscan limpiar sus armarios hoy en día tienen muchas opciones, incluidas muchas que realmente podrían generar ingresos, por lo que cada vez se dona menos ropa de calidad a Goodwill o al Ejército de Salvación.
La Generación Z popularizó la ropa de segunda mano
Comprar ropa de segunda mano nunca ha sido tan popular, en gran parte gracias a la Generación Z.
«Realmente han cambiado la perspectiva sobre la segunda mano», dijo Danielle Testa, profesora de la Universidad Estatal de Arizona que investiga el impacto de los cambios estratégicos en el comercio minorista, y agregó que el ahorro se ha vuelto oficialmente «convencional».
En el pasado, los millennials tendían a apreciar la uniformidad y, con ello, los nuevos bienes.
Piense en Abercrombie & Fitch en su apogeo original en la década de 2000. Pero la Generación Z de hoy está más centrada en la individualidad y en encontrar piezas que sean diferentes de las que usan los demás.
La Generación Z también ha adoptado la segunda mano como mejor para el medio ambiente. El informe ThredUp encontró que la sostenibilidad estaba entre los cinco principales motivadores de la Generación Z cuando se trata de cómo gastan en ropa.
A medida que los compradores de segunda mano sienten que están evitando que algo termine en un vertedero, comprar ropa usada ya no se considera inferior a comprar ropa nueva.
Hoy en día, el ahorro «no sólo no es un estigma», dijo Craig, «es una insignia de honor».
A pesar de que la ropa segunda ha ganado popularidad, también lo han hecho las marcas de moda rápida
Algunas piezas de moda rápida terminan en tiendas de segunda mano con sus etiquetas originales aún colocadas.
«No está diseñado ni construido para durar», dijo sobre la moda rápida Elena Karpova, profesora de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro que investiga la sostenibilidad en el mercado de la indumentaria.
«Y así, después de un par de lavados, generalmente la tela o la construcción, como las costuras y los puntos, se deshacen y la gente lo descarta o lo dona».
Las piezas son tan económicas que algunos compradores no se molestarán en devolver artículos que no les queden bien. Como resultado, montones de moda rápida terminan en contenedores de donaciones.
Los precios de segunda mano están aumentando
Los precios en las tiendas de segunda mano también están aumentando, lo que, según Testa, se debe en parte a que las tiendas aumentan su personal para clasificar todas las donaciones.
Brittany Dickinson, directora de sostenibilidad de Goodwill Industries International, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que no tienen datos sobre cuánta moda rápida se dona.
Sin embargo, dijo, «tales artículos se han vuelto cada vez más populares en parte debido a sus precios más bajos, lo que aumenta su probabilidad de terminar en un contenedor de donaciones de Goodwill».
«Dicho esto, cada tienda de segunda mano de Goodwill también incluye inventarios y tesoros únicos, como lo demuestra la reciente venta de vestidos de diseñador de Oleg Cassini y Galia Lahav «, añadió.
Testa señaló que también hay algunos factores que afectan a toda la sociedad, incluido el aumento de la moda rápida y los cambios en los hábitos de consumo.
En el pasado, los estadounidenses poseían menos prendas de vestir, pero las que tenían eran de mayor calidad, mientras que hoy tienden a comprar un mayor volumen de ropa a precios más bajos y, a menudo, de menor calidad, una evolución en los hábitos de consumo que también está impactando artículos para el hogar y muebles.
La ropa de segunda manos vs. el mercado de reventa
Probablemente debería explicar a qué me refiero cuando digo «thrifting».
Hasta hace poco, la palabra «thrifting» generalmente se refería a visitar su tienda de segunda mano básica: sus Goodwills o Salvation Armies.
Pero para muchos miembros de la Generación Z, «thrifting» significa simplemente comprar algo de segunda mano, señaló Testa. Por ejemplo, para las generaciones más jóvenes, ir a una tienda de consignación en línea seleccionada y comprar mocasines Prada con ligeros descuentos también puede considerarse «thrifting».
La distinción es importante porque parte de la razón por la que el «thrifting» de la vieja escuela se ha vuelto tan malo es que el mercado de segunda mano se ha vuelto tan grande .
Gracias a sitios como RealReal, Depop, ThredUp y muchos otros que permiten a los compradores vender su ropa entre sí, las tiendas de segunda mano reciben cada vez menos artículos de calidad que les donan.
«Si tienes algo por lo que pagaste 500 dólares y puedes venderlo y aún así obtener 200, lo harás en lugar de donarlo», dijo Testa. «Eso hace que cada vez menos productos de alta calidad terminen en los centros de donación».
Cuando las tiendas de segunda mano reciben donaciones de productos de calidad, a menudo son rápidamente elegidas, gracias al crecimiento de los vendedores de ropa vintage, que operan tanto en línea como en boutiques físicas.
La popularidad de la ropa de segunda mano también ha cambiado la composición del comprador promedio
Testa dijo que generalmente divide a los compradores de segunda mano en dos categorías: compradores basados en necesidades, que visitan tiendas de segunda mano por necesidad financiera, y compradores basados en tendencias, que buscan más bien algo divertido y único.
«Hace quince años habrías visto que la mayoría de tus compradores de segunda mano probablemente se basaban más en las necesidades», dijo.
«Ahora estamos viendo que esa proporción realmente se equilibra y espero que realmente cambie en la otra dirección».
El problema es que a los compradores basados en sus necesidades ahora les puede resultar más difícil comprar ropa de calidad a un precio asequible.
Pero ahora es más fácil y probablemente no más caro comprar un blazer nuevo de Shein.
En muchos sentidos, comprar ropa de segunda mano nunca ha sido tan fácil
Si bien el sistema de segunda mano clásico ha cambiado, nunca ha habido más opciones para comprar artículos de segunda mano.
Las marcas de ropa también están entrando al juego de la reventa. URBN, la empresa detrás de Urban Outfitters, Free People y Anthropologie, lanzó el año pasado su propio mercado de reventa en línea llamado Nuuly.
El resultado ha sido que comprar ropa usada en línea, en cierto modo, no es tan diferente de comprar ropa nueva en línea.
Los compradores de segunda mano que todavía prefieren la experiencia de comprar en persona recurren a tiendas vintage seleccionadas.
Craig dijo que muchos de sus estudiantes que hacen compras de segunda mano semanalmente «prefieren ir a algunas de estas tiendas de segunda mano más selectas, donde es un poco más agradable, es un poco más un punto de vista».
«También hay quienes quieren ir a Goodwill y vivir la emoción de la caza, y todavía pueden encontrar tesoros a buen precio», añadió.
Las tiendas de segunda mano tradicionales también se están adaptando a los cambios
Goodwill lanzó una tienda en línea, GoodwillFinds, en 2022, donde se venden artículos seleccionados a diferentes precios.
Dickinson, director de sostenibilidad de Goodwill, dijo que la empresa está «haciendo un trabajo importante para impulsar la economía circular».
«Todo nuestro modelo se basa en intentar evitar que el producto se desperdicie, y lo hemos estado haciendo durante más de 120 años», añadió.
«Es realmente interesante ver cómo la tienda de segunda mano realmente se ha transformado de un centro de donaciones a un formato minorista tradicional, donde tienes promociones de marketing, múltiples canales para comprar y todo eso», dijo Testa.
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